El Presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, ya ha amenazado con no aceptar los resultados de la elección presidencial en caso de no favorecerle, que esta vez podría ser más controvertida ya que, debido al incremento de la votación por correo tradicional debido a la pandemia, los votos tardarían más en contarse y podrían favorecer al candidato demócrata por la tendencia de este segmento de la población de evitar exponerse a los riesgos de contagio de la pandemia.
Ante esta situación la gente se pregunta: ¿qué pasaría si Trump pierde y no acepta el resultado? Algunos constitucionalistas señalan que el actual ocupante de la Casa Blanca no podría negarse a dichos hechos y, de ser necesario, incluso el Servicio Secreto podría expulsarlo de la Casa Blanca utilizando fuerza física.
2020 será una elección caótica
La elección de Estados Unidos llega en un contexto doblemente difícil: por un lado, la división partidista en el país está en niveles históricos, y por otro la pandemia de coronavirus ha obligado a varios estados a ampliar la votación por correo. Como ya se vio en las primarias, donde algunos estados tardaron semanas en anunciar a los ganadores, esto podría mantener el conteo de votos en espera; e incluso podría mostrar que las preferencias electorales originalmente se presenten a favor de alguien y luego cambien conforme el resto de los sufragios realizados por correo sean contabilizados.
Por dicha posibilidad, Donald Trump ha denunciado de forma anticipada que existe la intención de parte de los demócratas de realizar un fraude por correo y ha incitado a sus propios simpatizantes a jugar con el sistema votando dos veces: una por correo y una presencial, para “probar la falta de seguridad de las elecciones”.
A todo esto, se le debe agregar que el mismo Trump no ha garantizado que aceptará el resultado de las elecciones. Lo que podría pasar, depende principalmente de dos escenarios posibles:
Escenario 1: Si hay un claro ganador
Si Trump o Biden logran ganar clara y contundentemente en la elección de noviembre, no hay posibilidad de una crisis de gran calado, consideran expertos. Si ganara Biden y toma posesión, aseguran especialistas, aunque Trump alegue fraude el Mandatario podría incluso atrincherarse en la Casa Blanca y eso no serviría de nada, al grado de que podría ser expulsado por el Servicio Secreto.
El sistema se desharía rápidamente de cualquier Presidente que intentara negar los resultados de las elecciones."
Escenario 2: Si hay una elección contendida
El panorama sería muy distinto si el resultado de la elección resulta parejo y no existe un ganador con una ventaja clara.
En el sistema político de los Estados Unidos existe una figura que otorga poder de una forma inusual a los políticos en el país: quienes organizan la elección son quienes compiten. Una elección contendida en un estado clave podría terminar con un congreso local republicano y un Gobernador demócrata (por ejemplo, como sucede en el estado de Michigan) que declararan ganadores de la elección a sus respectivos candidatos.
Los partidos podrían también retar legalmente los resultados electorales de ciertos estados y esos retos legales podrían tardar mucho tiempo y terminar incluso en la Corte Suprema, como ocurrió con la elección de Florida en 2001 que finalmente le dieron a George W. Bush.
Lawrence Douglas, profesor de leyes y autor de un libro donde analiza estos posibles escenarios (“Will He go? Trump and the Looming Election of 2020”, señaló para The Guardian que la división entre políticos en el país es tan grande que si la decisión sobre el triunfo de la elección depende de un Capitolio dividido, podría generar un impás tan grande que Trump podría invocar una “Ley de Insurrección” que le da poder al considerar que la sucesión está amenazada en el país.
Si la derrota de Trump depende del conteo de boletas por correo en estados decisivos, prepárense para el caos. Nuestra nación podría ser testigo de tiempos oscuros."
En una situación extrema, si los resultados de esos juicios se retrasan y nadie acepta la derrota, la presidenta de la Cámara baja, Nancy Pelosi, tendría que tomar el juramento, como la tercera persona más poderosa del país detrás del vicepresidente Mike Pence y el Mandatario.
Para otros, el panorama no es tan sombrío, pues requeriría un esfuerzo masivo desacreditar la elección.
Dados los plazos para lanzar recuentos y concursos electorales, tendrías que prepararte con meses de antelación para poder hacerlo."
Precedente Histórico: la elección de 1867
Una elección sin ganadores no es completamente nueva en Estados Unidos. Los historiadores aún debaten sobre quién fue el triunfador en la elección de 1876, donde el resultado no estaba claro entre Samuel Tilden y Rutherford Hayes. El triunfo dependía de 3 estados donde el cuerpo legislativo y los gobernadores habían enviado al Congreso dos decisiones distintas sobre quién había ganado la elección, y el Congreso dividido (Cámara demócrata, Senado republicano) no podía ponerse de acuerdo.
Finalmente, y tras un compromiso, que incluyó el retiro de tropas republicanas en el sur, Tilden cedió la presidencia a Hayes. Tras el hecho, se implementaron leyes para evitar algo similar, pero no se han utilizado en una elección controvertida desde entonces.
En 1876 la única forma en la que se destrabó la elección fue por la concesión de un candidato. De inicio, no parece que podría pasar eso.
Con información de Politico, The Guardian, Grupo Reforma y agencias, 7 de septiembre del 2020